Mi desempeño académico

Lo que sabía y lo que he aprendido en el camino

Cuando inicié este proceso, tenía un conocimiento limitado sobre cómo se aprende por competencias. A lo largo del ciclo, fui comprendiendo que no basta con acumular información, sino que se trata de integrar saberes, habilidades y actitudes para aplicarlos en situaciones concretas. Este enfoque me ha llevado a ser más consciente de mis propios métodos de estudio, de mis aciertos y de las áreas que necesito fortalecer.

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Mi experiencia en clase y en el entorno virtual

Durante las sesiones presenciales, participé activamente en debates, análisis de casos y exposiciones colaborativas. En el entorno virtual, complementé mi aprendizaje con investigaciones en sitios académicos confiables, consulté los materiales del docente y utilicé plataformas digitales para diseñar y actualizar el portafolio. El trabajo fue constante: dedicaba tiempo semanalmente a construir los contenidos y a organizar los avances, lo cual reforzó mi disciplina y compromiso.

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Competencias adquiridas mediante el AOP

Mediante la metodología de Aprendizaje Orientado a Proyectos, desarrollé múltiples competencias. Entre las genéricas, destaco el pensamiento crítico, la solución de problemas y el trabajo colaborativo. En cuanto a las transversales, fortalecí la gestión del tiempo y el uso eficiente de las tecnologías de la información. Finalmente, las competencias específicas se relacionaron directamente con los temas tratados en la asignatura y con mi formación profesional. Para profundizar en este análisis, elaboré cuadros comparativos que me ayudaron a visualizar la evolución de mis habilidades.

El proceso evaluativo, que incluyó autoevaluaciones, coevaluaciones, listas de cotejo y rúbricas, fue una herramienta valiosa para reconocer mis avances y áreas de oportunidad. Estas evaluaciones me permitieron no solo recibir retroalimentación, sino también aprender a valorar el trabajo de mis compañeros desde una perspectiva objetiva y formativa.

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Mis aprendizajes y áreas a mejorar

Al finalizar este proceso, reconozco que mi principal aprendizaje fue asumir la responsabilidad de mi propio desarrollo. Aprendí a identificar qué estrategias me funcionan mejor y cuáles debo modificar. Fortalecí competencias como la reflexión crítica, el trabajo autónomo y la colaboración. Sin embargo, todavía necesito trabajar en mi capacidad de síntesis, en la organización de ideas complejas y en el manejo de recursos digitales más avanzados.

Sé que aprender es un proceso continuo y que, para lograr un perfil profesional sólido, debo seguir alimentando mi curiosidad, adaptabilidad y compromiso. Las competencias que he desarrollado aquí no solo son útiles en el ámbito académico, sino también esenciales para la vida profesional y personal.